Habitacion Oscar y Alfred

Ubicada en el primer piso de la casa, la habitación de 13m2 con baño privado, con baño privado con ducha y WC, es el tema del amor apasionado entre Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas. Con su cama de 160 cm, esta habitación tiene acceso a la sala de estar y a la cocina compartida por una escalera interior.

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oscar et alfred

Para ti, le has dado la belleza de la vida a mi pasado y también embellecerás mi futuro si tengo que tener uno. Por eso te agradeceré eternamente por haberme inspirado con amor y adoración. Estos días de placer han sido nuestros albores. Ahora, en angustia y tristeza, en tristeza y humillación, siento que mi amor por ti, tu amor por mí, son los dos polos de la vida, los sentimientos divinos que hacen soportable esta amargura. Nunca, en toda mi vida, había alguien más querido para mí que tú; el amor nunca fue más grande, más sagrado, más espléndido ...

Querido muchacho, en placeres como en prisión, tú y pensar en ti mismo lo has sido todo para mí. Oh, mantenme siempre en tu corazón; nunca estás ausente del mío. Pienso en ti mucho más que en mí mismo y si a veces la idea de mi horrible e infame sufrimiento llega a torturarme, el solo hecho de pensar en ti es suficiente para restaurar mi fuerza y curar mis heridas. Ese destino Némesis o solo los dioses injustos reciben la culpa de todo lo que me pasa.

Todo gran amor tiene una tragedia y ahora nos toca a nosotros; pero haberte conocido, haberte amado con una ternura tan profunda, haberte tenido durante una parte de mi vida, la única parte que ahora considero magnífica, es suficiente para mí. Mi pasión es corta de palabras, pero solo tú puedes entenderme. Nuestras almas fueron hechas el uno para el otro y, conociendo la tuya por amor, la mía ha superado mil males, entendido la perfección y penetrado en la esencia divina de las cosas.

El dolor, cuando llega, no puede durar para siempre; es cierto que algún día nos volveremos a encontrar y, si mi rostro hubiera tomado la máscara de la tristeza, mi cuerpo se agotaría por la soledad, usted y usted solo reconocerán el alma que es más bella por haber conocido el el tuyo, el alma del artista que encontró su ideal en ti, la del amante de la belleza a quien apareces como un ser perfecto, como un ser perfecto. Aquí pienso en ti como un ángel con cabello dorado, que tiene en él el corazón de Cristo. Ahora sé cuánto amor es más grande que cualquier cosa en el mundo. Me enseñaste el secreto divino del universo.

OSCAR Mayo de 1895